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Ingeniería Lingüística. Parte IV: Cómo desprogramarnos

por editora
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El equipo de ConCienciaLibre agradece a la prestigiosa académica Carme J. Huertas por compartir su saber con nosotros. Carme Jiménez Huertas es filóloga especializada en lingüística y tecnologías de la lengua. Su pasión por el lenguaje la llevó a investigar los procesos cognitivos y los patrones de conducta asociados al lenguaje y al cambio lingüístico. En su libro Estamos hechos de lenguaje (2019), analiza cómo desde el discurso público se utilizan los mecanismos del lenguaje para la fijación de creencias, la generación de respuestas emocionales y la manipulación social. (Puede acceder a la conferencia directamente en este link.)

En las Partes I, II y III se vio cómo desde hace décadas han venido realizando un trabajo de ingeniería lingüística sobre la población mundial para lograr una manipulación casi total. Carme J. Huertas expuso los métodos teóricos, que se conocen desde hace muchos años, y los métodos propiamente tecnológicos basados en informática. Pero los que han montado la “pandemia” o no son tan inteligentes o lo están haciendo muy mal, porque están tardando demasiado en lograr lo que desean. Si fueran tan listos y tuvieran todo el poder, ya todos estaríamos esclavizados y robotizados. Pero aún no lo han logrado. ¿Qué pasa aquí?

No tienen tanto poder como nos quieren hacer creer. Si creemos que su poder es total, ahí ya nosotros mismos introducimos en nuestras creencias una idea que los favorece a ellos y nos inmoviliza a nosotros. Ellos necesitan nuestra complicidad. Sin nuestra complicidad no pueden hacer nada.

Llevan más de 50 años intentando doblegarnos con alguna “pandemia”. Cada vez ponen frecuencias electromagnéticas más altas, pero al mismo tiempo cada vez parece que somos capaces de irnos adaptando y la puja sigue sin definirse sobre quién puede más, ellos o nosotros.

CÓMO DESPROGRAMARNOS

El planteo principal es: Sabemos cómo funciona. Por lo tanto, si sabemos cómo funciona y sabemos cómo lo hacen, entonces hagámoslo también, pero al revés, o sea, en sentido inverso. Por eso, las propuestas son las siguientes:

  1. Yendo en sentido inverso: el lenguaje como descodificador del inconsciente.
  2. La coherencia cardíaca.
  3. El camino de regreso.
  4. Yendo en sentido inverso: el lenguaje como descodificador del inconsciente:

Sabemos que el lenguaje es poderoso y potente. El lenguaje nos lleva a todos los procesos cognitivos relacionales de la mente humana, es la única parte del ser humano que no compartimos con los animales. “Hay algo en el lenguaje que lleva hacia adentro, hacia el origen de la idea, hacia una concepción simbólica y profunda. Las lenguas están indisolublemente unidas al pensamiento y a la naturaleza del hombre. Siguen una lógica de pensamiento. Una palabra da origen a otras que definen cosas parecidas. Así las palabras surgen de una misma idea. Cuando nos sumergimos en ellas y las sentimos, las palabras nos hablan de su origen, de su historia” [Estamos hechos de lenguaje, p. 170].

Nada tiene que ver lo que nos cuentan los diccionarios con qué significan las palabras. Las palabras son cosas muy diferentes y nuestro cerebro las reconoce porque, como he dicho, la gramática no la inventaron los gramáticos, sino que la gramática es cómo actúan los procesos neurológicos y cómo estructura nuestro cerebro estos procesos. Cuando empezamos a entender las palabras, empezamos a darnos cuenta de que podemos recuperar la importancia de la palabra como idea y concepto de la humanidad, y no vamos a dejar que con la neolengua nos vayan tergiversando todo significado.

Para ir en sentido inverso, debemos saber algo importantísimo: el lenguaje puede sanar. El lenguaje es sanador. Cuando un médico nos dice: “le quedan 3 meses de vida”, nos está condenando.  Y esto se ha demostrado: cuando se escogieron dos grupos de pacientes con test de SIDA positivo, al primer grupo les dijeron que tenían SIDA y al segundo grupo les dijeron que estaban sanos,  a los que les dijeron que tenían SIDA todos se murieron y a los que les dijeron que estaban sanos, sanaron. Entonces, es importantísimo el lenguaje. No solamente importa lo que nos dice el médico, sino también cómo nos estamos hablando a unos a otros y a nosotros mismos. Por lo tanto, tenemos que ser conscientes del lenguaje externo e interno: ¿qué estoy nutriendo? ¿Qué estoy alimentando: la crisis, el miedo, la pandemia? Si alimento la idea de ir en contra de…, estoy entrando en la metáfora de la lucha, que es la que están usando ellos, estoy entrando en el grupo de pertenencia, que también están usando ellos; entonces, no voy a dejarme manipular y no voy a entrar ahí.

Tenemos el poder co-creador de la energía (intención): la energía sigue al pensamiento, sigue a la intención. ¿Por qué una gimnasta puede dar un salto mortal sobre una barra? Porque cree que puede y pone su intención y sus recursos para lograrlo. Si lo hace alguien que no cree, no podrá. Hay que poner la intención y movernos hacia el fin pensado.

En nuestra situación, ¿en dónde me enfoco? ¿Me enfoco en la crisis, en el virus, en los enfermos, en los políticos piratas o dónde? Donde yo ponga esa energía, hacia allí voy a ir, entonces, debemos darnos cuenta de que a veces fomentamos su propio juego porque estamos enfocándonos en lo que ellos quieren; ellos quieren nuestra energía porque nosotros creamos el egregor. Ellos pueden manipular la energía, pero no pueden crearla, por lo cual nos necesitan para eso. Mientras nosotros hablemos de lo que ellos quieren, creamos el egregor que ellos quieren y ahí nos convertimos en sus cómplices; por lo tanto, debemos cambiar el lenguaje que ellos buscan imponer, cambiar el foco y cambiar la intención.

Vamos a proyectar formas energéticas de diferentes vibraciones a nivel mental, emocional, verbal, para moldear de nuevo el entorno. La imaginación es poner una imagen en acción; la imaginación genera, entonces vamos a utilizar esta energía, este poder que usaban los brujos y los magos, para materializar en la dirección que queremos: empecemos a visualizar y a imaginar la sociedad que queremos, esa sociedad igualitaria y justa con la verdad, la vida y la libertad. Pero si no la imaginamos y nos limitamos únicamente a criticar y a enfrentarnos a algo, estamos en la dualidad que ellos generaron para tomar nuestra energía creadora, estamos en el divide y vencerás, en la lucha constante, en su juego, no en el nuestro. Debemos trabajar en el plano etérico para imprimir nueva información en el inconsciente colectivo. Por lo tanto, debemos utilizar la magia, el arte y el humor. El humor es una de las vibraciones más altas, y con el humor no pueden ganarnos nunca.

Entonces, para cambiar de verdad, hay que cambiar la energía, y para cambiar la energía hay que cambiar la conciencia.

En síntesis: Primero tenemos que saber cómo lo hacen; segundo, debemos darnos cuenta de que nosotros somos piezas fundamentales de su juego, y finalmente, o cambiamos esto y dejamos de ser piezas de su juego o no salimos de la trampa. En conclusión, no es luchando que saldremos, sino actuando desde la paz.

No es luchando, sino actuando desde la paz

Hay que favorecer nuestro empoderamiento, porque cuando logras que el sistema de control no ejerza influjo sobre tu pensamiento, dejas de alimentarlo. Es una solución elemental y esta es la verdadera victoria: no vamos a nutrir más lo que ellos desean que alimentemos. Por lo tanto, debemos evitar los enfrentamientos y no debemos entrar en el terreno que ellos quieren, donde ellos son fuertes. Observen que ellos constantemente utilizan un lenguaje bélico, de guerra, tanto a través de los medios de comunicación como a través de los políticos (que ya sabemos están a su servicio, son sus títeres). No debemos entrar ahí. Por lo tanto, no intentemos convencer a nadie, no queramos imponer nuestras ideas, pues cuando una persona niega la realidad ya no hay comunicación posible. Recuerden que las creencias están en el inconsciente, y quienes niegan la realidad de lo que está sucediendo, no podrá entendernos, pues están atrapados por una suerte de hipnosis colectiva, están aterrorizados, están en las creencias: “papá Estado nos va a salvar de esta”. Por eso no entremos en el juego y no alimentemos el miedo, y seamos impecables en todo lo que pensamos, digamos y hagamos.

  1. Coherencia cardíaca:

Pueden buscar en internet el Instituto HeartMath, liderado por el Dr. Howard Martin, y corroborarán que tienen todas las frecuencias de las emociones no sólo medidas sino también analizadas. Han dividido las emociones en 6 emociones básicas que se observan en la imagen:

Las emociones negativas suelen generar enfermedades. La ira, la rabia y la ansiedad son emociones breves, pero muy potentes. Cuando baja la intensidad, tenemos la frustración y el resentimiento, pero como duran más, impactan en la salud y generan enfermedades. El tercer nivel de las emociones negativas son la apatía y la tristeza. Aquí estamos atrapados la mayoría de la población por el contexto y la realidad que vivimos: no tiene la fuerza o intensidad de la ira, ni tampoco el resentimiento primitivo, porque ya se ha superado y estoy más tranquilo, pero no es una paz auténtica porque produce tristeza y apatía, y cuando llegamos a este punto nos vamos apagando.

En la primera fila de la segunda columna tenemos la felicidad y la euforia. Son emociones positivas pero de corta duración. Luego están las de media duración: el amor y el aprecio; poder estar aquí ya sana, porque si las de medio término y negativas causan enfermedad, las positivas causan sanación. A lo que debemos llegar es a instalarnos en las emociones positivas de larga duración; por lo tanto, lograr la serenidad, debemos ser capaces de mantener la calma en medio de este caos.

Existen estudios en esta línea que demuestran que en una ciudad donde hay grupos practicando meditación u otras técnicas para enfocarse en estas energías positivas, logran disminuir la agresividad, los conflictos, los robos, los asesinatos, etc. Incluso se han hecho estudios de las personas meditando y registraron cómo cambian sus frecuencias cerebrales.

  1. El camino de regreso

En primer lugar debemos discernir si nuestras creencias son ideas y conceptos que yo sé (el saber) o si son creencias adoptadas por mí, creencias inoculadas que están en el inconsciente. Esto parece fácil, pero no lo es, pues me obliga a repensarlo todo.

Hay que sustituir creencias por valores, porque las creencias son emocionales, viscerales y se activan con el cerebro límbico, por lo tanto, no puedo controlarlas ya que son controladas por las emociones.  Cuando mi motivación interior no son las creencias sino los valores, fluyen los sentimientos que crean estados y surgen del corazón.

La toma de conciencia es el nuevo estado de la mente; nos permite recuperar el poder y la libertad personal (conocimiento intrapersonal de uno mismo) y empezar a crear la nueva red de inteligencia interactiva (conocimiento interpersonal, en relación con los demás).

La evolución cognitiva humana adquiere así una dimensión espiritual que ha de unirnos unos a otros de modo indisoluble a través del sistema reticular del campo morfogenético. Eliminar la espiritualidad es dejarnos sin sentido en la vida y ahí viene la depresión, pues si la vida no tiene sentido, ¿qué hacemos aquí? Si no entiendo que somos seres espirituales (y esto es lo que algunos no son)  y que hay un significado profundo en nuestra existencia, no entendemos nada. Por lo tanto, estamos interconectados a través de un campo morfogenético como seres espirituales, y hasta que no sepamos relacionarnos desde este nivel, no vamos a poder vencer porque estamos dominados por las emociones, por las creencias, por los grupos de pertenencia, etc.

En Estamos hechos de Lenguaje afirmo: “La nueva conciencia requiere la plena integración de la inteligencia del corazón, del sentir que se halla más allá de las creencias, de la visión intuitiva que nos aportan los aspectos simbólicos, metafóricos, mágicos y míticos que como humanidad habíamos despreciado y dejado atrás, y que ahora necesitan situarse de nuevo en primer plano…

Sólo hay un camino de regreso. Se trata de recuperar la ética y poner conciencia. Una conciencia que debe alinearse con esa voluntad de reconocernos en el otro desde la igualdad…

Es así como el lenguaje humano perdió la conexión entre la semántica y la fonética (hemisferios lateralizados), al dejar de actuar con una mente holística común. Es por esto que los humanos dejamos de entendernos…” [p. 325-327].

El cambio empieza por mí y aporto mi parte:

Mantengo la calma, evito las confrontaciones, no entro en discusiones y no pretendo convencer a nadie. Es muy importante no difundir información sin contrastar; debemos ser responsables de la información que difundimos y no entro “en su juego”.  No dejo que las noticias distorsionen mi energía: mantengo alta mi vibración. Pongo mi enfoque y mi energía en la armonía, la paz, la salud, la conciencia, la alegría y el amor.

Me comprometo a cumplir mi misión de vida: yo vengo a hacer mi parte, porque no puedo esperar a que otro arregle las cosas. Pero tampoco lo tengo que hacer sola. Es fundamental que tengamos conciencia de que esta tarea es la unión entre vos y yo, entre nosotros y otros, que venimos a hacer lo que nos corresponde hacer para construir una mejor manera de habitar el mundo. El “todos” es la tercera persona y está afuera, por eso no se dice todos. Nos movemos en lo visible, lo conocido y lo presente, porque sino entramos en lo metafórico, en lo no visible y en lo no presente. “Ellos” está muy lejos;  “todos” es demasiado, muy complicado, pero el tú y yo y otros, sí lo vamos a hacer.

Co-crear una nueva manera de habitar el mundo

  • El movimiento va de dentro hacia afuera y de abajo hacia arriba. No va de arriba hacia abajo. Yo empiezo en mí y lo exporto, lo comparto.
  • La invisibilidad individual, tiene que ser invisible a nivel individual, pero se tiene que hacer visible con un propósito colectivo. Aquí no queremos héroes, no hacen falta, pero debemos tener propósitos en común, un sentir común.
  • Las instrucciones surgen de la Inteligencia Colectiva y son para un bien común y un sentir común (sentido común). El sentir común nace del corazón, no de la lógica.
  • Sembramos Conciencia de modo suave, con creatividad y alegría. Debemos fortalecernos en la alegría y basta de dramas.
  • Nos mueve la compasión y la pasión por la vida.
  • Sabemos que disponemos del Poder que trasciende la fuerza. Sabemos que ellos tienen la fuerza (por ejemplo, las fuerzas armadas), pero nosotros tenemos el poder.
  • El Amor es la clave para la nueva Unión de Seres Humanos.
  • Tú formas parte activa del proceso. Somos iniciadores-inspiradores de la transformación.

Carme Jiménez Huertas finaliza su conferencia, que tuvo lugar en Barcelona en octubre del 2020, con motivo del 30 aniversario de Plural-21, con notas de humor. Recomendamos ver el vídeo y escucharla, ya que nunca podremos reproducir en un texto todo lo que ella transmitió verbalmente. Aquí dejamos los links de las cuatro partes en las que se dividió la conferencia:

Ingeniería Lingüística:

Parte I: Niveles neurológicos y lenguaje.

Parte II: Cómo controlan nuestros pensamientos.

Parte III: Cómo consiguen que obedezcamos.

Parte IV: Cómo desprogramarnos.

Finalmente, recomendamos el libro de Carme Jiménez Huertas: Estamos hechos de lenguaje, Editorial : Independently published (29 Abril 2019).


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